Tengo 46 años y desde los 19 llevo trabajando en el mismo lugar. En principio era empleada y desde hace diez años el negocio es mío.
He vivido años increíbles, con una ilusión y unas ganas en mi trabajo y una dedicación como pocos, pero simplemente porque me gusta, me llena y lo vivo como nadie.
Hace unos dos o tres años todo eso se ha convertido en una desidia y apatía, cada día me cuesta más ir al trabajo, y todo ello porque mi profesión se ha visto bastante perjudicada por otros colegas del sector que han destrozado bastante lo que es la profesión.
Por lo tanto y después de mucho meditar he decidido que ya es hora de que me retire de ese sector, no tomar más disgustos y dejar que entre ellos se coman.
Vivi años muy buenos, años en los que se te respetaba, en los que tu palabra y tus consejos les servían y los tomaban en cuenta, pero todo eso ha cambiado, ahora solo cuenta donde y como te ahorras un euro y todo es válido.
Después de este confinamiento he meditado mucho y me he dado cuenta de que «al campo no se le puede poner puertas» y yo no tengo ganas de luchar más.
Voy a descansar (de momento jaja) después de 27 años ininterrumpidos y voy a dedicarme a otras muchas cosas que antes no podía, pero que me fascinan.
Han habido muchos cambios en mi vida últimamente y este es otro más.
Me siento tranquila, feliz e ilusionada.